miércoles, 23 de enero de 2013

ANÁLISIS



ANÁLISIS
¿Por qué el gobierno chino intenta acercamientos con líderes del partido japonés Nuevo Komeito?: un análisis desde la lógica del actor racional. 

Por. Sandra Tejada García.

Si bien la relación conflictiva entre China y Japón data de hace siglos, el reciente desacuerdo producido en 2013 plantea la inquietud sobre una posible confrontación entre estas dos naciones ante el episodio de las Islas Senkaku. Después de la guerra entre estas dos naciones durante el periodo 1894 – 1895, el tratado de paz otorgó la soberanía de estas Islas al gobierno japonés.
En septiembre de 2012, el gobierno japonés firmó un contrato de adquisición de las Islas Diaoyu sobre las que el gobierno de China reclama soberanía, acuerdo logrado gracias a la aprobación del gabinete de gobierno japonés. Japón reclama la soberanía de las Islas al igual que Taiwan. Esta situación atañe diversos puntos a tener en cuenta, desde el punto de vista del actor racional. En primer lugar, surge el interrogante sobre por qué después de tantos años de firmado el tratado de paz entre estos dos países, sólo hasta ahora se presenta una confrontación limítrofe. Sin duda, alrededor de este conflicto convergen diversos intereses de los actores a tener en cuenta. A largo plazo el problema limítrofe puede agravarse ante los interese económicos de China y Japón. Así mismo, China debe procurar mantener su lugar como potencia asiática. En segundo lugar, aparece un tercer actor como Estados Unidos que pretende mantener su lugar como potencia económica en dicha región y que además ha estrechado relaciones militares con Japón. En un tercer momento, el resurgimiento del nacionalismo chino hace pensar en una posible confrontación bélica para afianzar el sentimiento nacional chino y los intereses de permanecer como potencia política y económica mundial. Es importante tener en cuenta, la fuerte presión que ha ejercido el gobierno sobre la sociedad civil china, propiciando protestas contra la embajada de Japón, por la adquisición de las Islas, lo que sin duda exacerba el odio entre ambas naciones.
Por último, este conflicto representa de manera potencial un beneficio económico para EEUU, China y Japón. Si bien, China y Japón son economías dependientes una de la otra, por lo menos en el caso de las exportaciones de materias primas y productos manufacturados por lo que China obtiene grandes ingresos. Así mismo, China se vería beneficiado por el conflicto puesto que al parecer en las Islas existen reservas de petróleo y gas natural.
Ahora bien, el tratado de defensa y seguridad firmado entre Japón y EEUU convierte a este último en un aliado estratégico en caso de una confrontación bélica. Si bien EEUU ha reiterado que no tendrá parte en el conflicto, la firma del tratado obliga a este país a brindar apoyo a Japón en caso de una confrontación.  
Sin embargo, los actuales acercamientos entre líderes del Partido Nuevo Komeito de Japón y el gobierno chino, prevé una posible mediación del conflicto. En cualquier caso, las expectativas a largo plazo, desde la lógica del actor racional plantea tres posibles escenarios. El primero, una eventual confrontación entre ambos países con un tercer actor (EEUU) en coalición con Japón. El segundo, una salida negociada a esta confrontación que implica la renuncia de Japón a la compra de las Islas, lugar en el cual la mayor ventaja sería para china que podría explotar la riqueza de la región. Está situación está lejos de la realidad toda vez que no habría razón por la cual Japón quiera renunciar a dicho territorio. El tercer escenario, es el respeto de un acuerdo negociado que implicaría la intervención de otros países. Así, el actual acercamiento político infiere una posible salida negociada.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario