ANÁLISIS
¿Por
qué el gobierno chino intenta acercamientos con líderes del partido japonés
Nuevo Komeito?: un análisis desde la lógica del actor racional.
Por.
Sandra Tejada García.
Si bien
la relación conflictiva entre China y Japón data de hace siglos, el reciente
desacuerdo producido en 2013 plantea la inquietud sobre una posible
confrontación entre estas dos naciones ante el episodio de las Islas Senkaku.
Después de la guerra entre estas dos naciones durante el periodo 1894 – 1895,
el tratado de paz otorgó la soberanía de estas Islas al gobierno japonés.
En septiembre
de 2012, el gobierno japonés firmó un contrato de adquisición de las Islas
Diaoyu sobre las que el gobierno de China reclama soberanía, acuerdo logrado
gracias a la aprobación del gabinete de gobierno japonés. Japón reclama la
soberanía de las Islas al igual que Taiwan. Esta situación atañe diversos
puntos a tener en cuenta, desde el punto de vista del actor racional. En primer
lugar, surge el interrogante sobre por qué después de tantos años de firmado el
tratado de paz entre estos dos países, sólo hasta ahora se presenta una
confrontación limítrofe. Sin duda, alrededor de este conflicto convergen
diversos intereses de los actores a tener en cuenta. A largo plazo el problema
limítrofe puede agravarse ante los interese económicos de China y Japón. Así
mismo, China debe procurar mantener su lugar como potencia asiática. En segundo
lugar, aparece un tercer actor como Estados Unidos que pretende mantener su
lugar como potencia económica en dicha región y que además ha estrechado
relaciones militares con Japón. En un tercer momento, el resurgimiento del
nacionalismo chino hace pensar en una posible confrontación bélica para
afianzar el sentimiento nacional chino y los intereses de permanecer como
potencia política y económica mundial. Es importante tener en cuenta, la fuerte
presión que ha ejercido el gobierno sobre la sociedad civil china, propiciando protestas
contra la embajada de Japón, por la adquisición de las Islas, lo que sin duda
exacerba el odio entre ambas naciones.
Por
último, este conflicto representa de manera potencial un beneficio económico
para EEUU, China y Japón. Si bien, China y Japón son economías dependientes una
de la otra, por lo menos en el caso de las exportaciones de materias primas y
productos manufacturados por lo que China obtiene grandes ingresos. Así mismo,
China se vería beneficiado por el conflicto puesto que al parecer en las Islas
existen reservas de petróleo y gas natural.
Ahora
bien, el tratado de defensa y seguridad firmado entre Japón y EEUU convierte a
este último en un aliado estratégico en caso de una confrontación bélica. Si
bien EEUU ha reiterado que no tendrá parte en el conflicto, la firma del
tratado obliga a este país a brindar apoyo a Japón en caso de una
confrontación.
Sin
embargo, los actuales acercamientos entre líderes del Partido Nuevo Komeito de
Japón y el gobierno chino, prevé una posible mediación del conflicto. En
cualquier caso, las expectativas a largo plazo, desde la lógica del actor
racional plantea tres posibles escenarios. El primero, una eventual
confrontación entre ambos países con un tercer actor (EEUU) en coalición con
Japón. El segundo, una salida negociada a esta confrontación que implica la
renuncia de Japón a la compra de las Islas, lugar en el cual la mayor ventaja
sería para china que podría explotar la riqueza de la región. Está situación
está lejos de la realidad toda vez que no habría razón por la cual Japón quiera
renunciar a dicho territorio. El tercer escenario, es el respeto de un acuerdo
negociado que implicaría la intervención de otros países. Así, el actual
acercamiento político infiere una posible salida negociada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario